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El futuro (oscuro) que viene y cómo cambiarlo

Estoy acojonado por el futuro. No por el de dentro de 20 años, o el de nuestros hijos, sino el inmediato. El futuro ya ha llegado. Llevamos varios añitos finos, y esto es sólo el principio.

Y lo que más me reconcome es que no tendría por qué ser así. Las cosas podrían ser muy diferentes. Yo llevo años leyendo a gente como Antonio Turiel, Christian Felber, Carlos Taibo, los de la Economía del Bien Común, la Economía del Bienestar, el Decrecimiento... que vienen explicando con todo detalle por qué pasa lo que pasa y cómo podríamos cambiarlo. Pero nadie les escucha.

Uno de los problemas es que toda esta gente no escribe para el gran público. Publican textos o dan discursos densos, técnicos, difíciles de entender si no tienes un mínimo de conocimientos y te suenan las claves. No es el único obstáculo, claro. Lo que dicen contradice tanto las ideas comunes que es complicado de asimilar. Pero si no lo entiendes no se puede ni empezar a procesar.

Hace mucho que busco a alguien que cuente estas cosas de forma que las pueda entender cualquier persona, aunque no sepa nada de economía. Algo he visto, pero no me termina de convencer. Voy a intentarlo yo a ver. Yo no soy comunicador ni nada parecido, pero ya que nadie se pone, a ver si puedo yo hacer algo. Según vaya encontrando explicaciones mejores las iré pasando por aquí. Tampoco soy experto en nada de esto, todo lo que escriba serán resúmenes de la gente mencionada arriba, en mis propias palabras. Ante cualquier duda o error, por favor consultad mis fuentes.


¿De dónde viene esta racha de catástrofes?

¿Por qué parece que llevamos años encadenando un desastre global con otro, y lo que queda?

Pues hay un motivo común a todos ellos: que hemos superado los límites del planeta. 


  • El clima cambia por la cantidad de gases que echamos al aire.
  • La gasolina sube porque empieza a no haber suficiente para toda la que queremos gastar.
  • Hay epidemias porque hemos invadido tanto los sitios donde vive la fauna salvaje que cada vez pillamos más sus enfermedades (y viajamos tanto que es imposible detener la propagación).
  • Hay guerras para controlar los recursos que se prevé que vayan a escasear en breve.
  • Etc...

Estás afirmaciones no son gratuitas, puedo argumentar todo esto si queréis con detalle.

Todas estas movidas tienen algo en común:

La actividad humana genera una presión mayor
 de lo que la naturaleza puede aguantar.

¿Y por qué no lo hacemos todo ecológico y renovable ya?

Eso: si no hacen más que hablar de energía solar, coches eléctricos, fábricas que no contaminan... ¿por qué no nos pasamos ya de una vez a todo eso, y así podremos seguir viviendo igual pero sin destruir el planeta?

Bueno, hay un motivo de peso. Toda esa actividad que hacemos necesita energía. Y...

Las fuentes renovables generan menos energia


Si nos pasamos todo a energía ecológica habrá menos megawatios en total, para repartir. Esto es un hecho físico, y cada vez hay más gente que lo reconoce.

Además, hemos llegado ya al tope de producción de muchas materias primas (petroleo, minerales raros, uranio...). Esto quiere decir que el "grifo" empieza a no tener suficiente "presión" para suministrar materiales a todas las fábricas y a todos los aparatos que usamos.

Es verdad que la tecnología avanza y mejora la eficiencia energética, pero parece que no es suficiente. No hay forma de producir todo lo que producimos de manera ecológica.

¿Habrá coches eléctricos? Sí, pero tú y yo no tendremos uno en propiedad. No habrá suficientes para todo el mundo.

Esta es la principal cuestión que no nos cuentan en los periódicos. El pasar al modelo ecológico implica una REDUCCIÓN de todo lo que hacemos, fabricamos y consumimos. Y a nadie le apetece empezar con eso, por eso siguen mareando la perdiz e intentando estirar el petróleo y el carbón incluso hasta el punto de causar un calentamiento global catastrófico.

Pero la reducción va a ocurrir sí o sí, incluso si seguimos con los sistemas tradicionales, porque ya hemos llegado al límite del petróleo y de algunos materiales más. Así que la única decisión que tenemos es si queremos controlar el proceso o dejar que nos caiga encima.

¿Vamos a ser más pobres, entonces?

¡No necesariamente!

Hoy día hay mucha gente que apenas tiene para comer, mientras que otras muchas personas trabajan sin parar para acumular más cosas de las que pueden llegar a disfrutar realmente.

Vivimos en la época de mayor prosperidad de la Historia
y al mismo tiempo millones de personas se mueren de hambre

Es un sistema absurdo. Si quienes tienen de sobra aprendieran a centrarse sólo en aquello que realmente les da felicidad, habría mucha abundancia que se podría repartir para que todo el mundo tuviera al menos lo básico para sobrevivir. Se puede vivir mejor con menos.

Si queremos progresar realmente, tenemos que hacer la Gran Transición Ecológica pero además debemos aprender a DISTRIBUIR MEJOR LA RIQUEZA Y EL TRABAJO. Así podremos hacer compatible una reducción general con asegurar que nadie se queda en la miseria.

Pero esto ¿cómo se hace? 

Bueno, hay gente que lleva bastante tiempo diseñando un plan. Se puede resumir en tres puntos:

1° Medir todo lo que hacemos

Para toda actividad humana masiva, medir el impacto en la naturaleza (por ejemplo con la Huella Ecológica) y también el impacto en la felicidad real de todas las personas (por ejemplo con el Balance del Bien Común). 

Debemos saber si una actividad contamina o consume el medio ambiente más o menos de lo que éste se puede regenerar.

Pero también si se crean productos o servicios de la economía "real" (es decir, verdaderamente útiles para las personas) o si es puramente especulativa o crea necesidades ficticias para vender más. Y también si respeta los derechos humanos de todas las personas implicadas, o si explota a los trabajadores o manipula al público para conseguir mayores beneficios. Así podremos saber de qué cosas podremos prescindir con menos perjuicios.

2° Fomentar lo que tenga impacto positivo y eliminar lo negativo 

Se puede hacer de varias maneras:
  • Etiquetar para que los consumidores puedan elegir los productos (etiqueta de eficiencia energética, sellos de comercio justo...). 
  • Dar ayudas o bajar impuestos a las mejores actividades, y subirlos a las peores. 
  • Legislar para favorecer algunas actividades sobre otras, o directamente prohibir algunas.
  • Incluir criterios ecológicos y sociales en la contratación pública. 
  • etc.

El objetivo es que cualquier actividad económica con balance ecológico o humano negativo sea tan inviable como con el balance económico.

Y sí: esto puede producir cierres de negocios, pérdida de empleos y recesión económica, si no hay alternativas positivas suficientes. Hay que hacer algo más para contrarrestar esto. 

3° Repartir más la riqueza y el trabajo

En el sistema actual, se da prioridad máxima a asegurar los intereses de los rentistas. Es decir: que las personas que ya tienen mucho dinero y lo invierten, reciben más que las que trabajan.


Esto genera un efecto de acumulación de dinero hacia la cima, como lo que hacía Robin Hood pero al revés. Y que no sólo es injusto sino peligroso: en el momento en el que la cantidad de dinero se reduce un poco, las personas que están abajo del todo se quedan sin nada, mientras que las de arriba siguen ganando cifras récord de beneficios.

Si queremos afrontar la cuestión ecológica, es imprescindible cambiar las reglas del sistema económico, para que la riqueza circule de forma proporcional al trabajo, y todo el mundo tenga aseguradas unas condiciones mínimas, que les permitan vivir con libertad y perseguir sus propios objetivos vitales.

Aquí también hay mucha gente que lleva años proponiendo ideas para mejorar esto. Algunas de ellas son:
  • Fomentar las cooperativas y empresas con participación de sus trabajadores. Así los beneficios se reparten entre todas las personas que participan en ellos, y se introduce el concepto de democracia en las empresas.
  • Reducción de jornada para que todo el mundo tenga oportunidad de trabajar, y aprovechar las mejoras de productividad para aumentar los salarios y así no ver reducidos los ingresos de los trabajadores.
  • Renta básica universal, para que todo el mundo tenga una situación de seguridad, que nadie tenga que aceptar trabajos indignos para sobrevivir, y todas las personas puedan seguir con libertad su proyecto de vida.
  • Servicios públicos de calidad, y un sistema de ayudas públicas para apoyar a todas las personas que se vean perjudicadas por los procesos de cambio.
  • Reforma profunda del sistema bancario y financiero, para incluir los criterios ecológicos y sociales en los préstamos y evitar la necesidad de crecimiento permanente para cubrir las deudas.
  • etc.

¿Pero esto es posible?

¡Tiene que serlo! La alternativa es catastrófica. Si no conseguimos un reparto equitativo, la opción por defecto para evitar el colapso total es algo que algunos llaman ecofascismo. Básicamente: se cambia la economía para ser ecológica, y como la riqueza disminuye y no todos pueden seguir con su ritmo de vida, se provocan guerras y enfrentamientos hasta que los ganadores se quedan con todo y pueden seguir teniendo y gastando igual que ahora, y el resto morirá de hambre o en las propias guerras, o acabarán esclavizados. Lo estamos viendo ya en la guerra de Ucrania, y quizá próximamente en Taiwan.

El sistema actual lo diseñaron unos señores llamados Milton Friedman, Friedrich Hayek y algunos más, y lo pusieron en práctica en los años 70-80 políticos como Augusto Pinochet (sí, un dictador), Ronald Reagan, Margaret Thatcher, y en España Jose María Aznar. Lo mismo que se diseñó una vez, se puede rediseñar de otra forma. Si hemos sido capaces de hacer cosas como el New Deal americano o el cambio al Euro de todos los países europeos, podríamos hacer este cambio. Técnicamente no es más complicado. Lo que hace falta es la voluntad para hacerlo, y aquí es donde está la dificultad. Como dice Antonio Turiel,

No hay nadie a los mandos.
Los dirigentes mundiales actuales no entienden los motivos y no tienen
capacidad para tomar las decisiones necesarias para salir de esta crisis.

Los expertos en economía siguen las teorías de esos señores que mencionaba arriba, pero en sus fórmulas no sale nada sobre los límites ecológicos, así que sus modelos y leyes no reflejan la realidad, y sus propuestas no pueden resolver el cambio climático y demás problemas.

Y los políticos están fuertemente controlados por los grandes capitales (bancos y empresas multinacionales). No tienen "permiso" para proponer medidas de reparto que reduzcan su riqueza y poder.

La única posibilidad es crear un gran movimiento social.

Difundir estas ideas, que muchísima gente las reclame y se genere una ola como el 15M, que obligue a los políticos a ponerse con ello sin excusas.


Afortunadamente, hay expertos (por ahora "marginados") que llevan décadas diseñando teorías mejores. Y organizaciones internacionales como Wellbeing Economy Alliance, Economía del Bien Común, BCorpsExtintion Rebellion, etc. están cogiendo impulso para dar visibilidad al problema y a las soluciones que tenemos. También está empezando a haber apoyo institucional: la misma ONU tiene un programa global para buscar unos objetivos parecidos a lo que comento aquí. El gobierno de España ha aprobado recientemente (presionado por una campaña popular), una ley para reconocer a las empresas de la nueva economía. Muchas ciudades en el mundo apoyan oficialmente la transformación económica, etc.

El cambio ya ha empezado, poco a poco. Falta coger impulso y llegar a la masa crítica que produzca una transformación general.

Y yo, ¿qué puedo hacer?

¡Por ti mismo/a, muy poco! Hay cosas que se pueden hacer, pero mientras que no haya un cambio general, los esfuerzos individuales tienen que empujar contra corriente y a menudo se requiere una voluntad casi heroica y se consigue un impacto limitado.  Como decía la Bola de Cristal, necesitas amig@s...

1° Infórmate bien

En este artículo hay muchos enlaces. Puedes seguirlos o buscar en Internet, hay muchísima información sobre el tema. Lee, contrasta opiniones críticamente y forma tu propio criterio.

2° Crea red en tu entorno local

Localiza la asociación de vecinos de tu barrio, un sindicato en tu sector, algún foro o ateneo local... y si puedes entra en un grupo de consumo, un banco de tiempo o similar. Se acercan tiempos difíciles, y tener una buena comunidad de apoyo mutuo con personas cercanas es la mejor protección para cuando vengan curvas.

En mi barrio, por ejemplo, gracias a que teníamos ya una estructura funcionando, cuando llegó el confinamiento en el 2020 pudimos montar bastante rápido una plataforma de donación de alimentos para ayudar a la gente del barrio que se había quedado sin nada.

3º Apoya el movimiento global

Las organizaciones mencionadas arriba, tanto las internacionales como las miles de pequeñas locales, necesitan apoyo y difusión. Síguelas en redes, redifunde sus mensajes, y si es posible participa en sus acciones o incluso hazte miembro.

Hay mucho por hacer, pero sobre todo, no hay que desanimarse. Cuando empiezas a entender cómo están las cosas, es fácil imaginar un futuro muy negro, pero cuando entras en estos circuitos y te das cuenta de las posibilidades que existen, ya no hay motivo para quedarse parados...



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2 Comentarios

Rodrigo García Barroso ha dicho que…
Magnífica aportación. Creo que lo más importante es ese mensaje de esperanza. ¡Claro que se puede! Pero tenemos que quererlo, muchos, muchísimos y movilizarnos como bien dices.
Andrés 3.0 ha dicho que…
Me alegro de que lo veas así. Es exactamente esa la sensación que quiero transmitir.