Este texto no tiene mucho que ver directamente con la temática de este blog, pero me ha gustado tanto que quería guardarlo para la posteridad y como no sabía muy bien dónde colocarlo, se me ha ocurrido ponerlo aquí.
Tal fuimos, tal somos.
Se trata de una conferencia de Javier Ortiz, del año 1994, pero que yo acabo de descubrir. Habla sobre la historia reciente de España, desde los últimos tiempos del franquismo hasta la famosa Transición, haciendo un análisis tan crítico como lúcido. Y, cosa sorprendente en estos tiempos, criticando tanto a los de un bando como a los del otro, aunque sin caer en ningún momento en el "equidistantismo". Lo primero que me llama la atención es cómo pone de vuelta y media al partido comunista, teniendo en cuenta que él fue militante del mismo durante todo ese tiempo, incluso llegando a pisar la cárcel varias veces por tal motivo. Conozco poca gente capaz de hablar así de claramente de "los suyos", demostrando que este hombre al único bando que pertenecía es al de la gente inteligente.
En cuanto al tema en sí, bueno, yo no conozco esa historia de primera mano ni soy experto en el tema, así que no puedo asegurar su veracidad. Pero desde luego me parece muy coherente y para mí ahora mismo es la mejor explicación que he leído de por qué las cosas fueron como fueron y siguen siendo como siguen siendo.
Lo único que cambiaría es el final, teniendo en cuenta lo visto desde el año 94 hasta ahora. Me temo que si en esos años comenzó un movimiento crítico contra la corrupción del PSOE no fue por iniciativa popular, sino simplemente porque la derecha profunda, una vez superado el tiempo prudencial quiso recuperar esos chiringuitos de corrupción que había "prestado" a los "socialistas" para que chuparan un poco del bote. Una vez cambiado, se ha demostrado claramente que estos sociatas eran unos aficionados, y no hay más que ver la campaña electoral que acabamos de vivir para comprobar que la corrupción sigue siendo no sólo generalizada sino aceptada por el pueblo (sobre todo por los votantes de derechas).
En fin, me gusta poner esto aquí como homenaje, en estos días en que por desgracia estoy asistiendo, de nuevo, a la despedida de otro gran hombre que se nos va demasiado pronto y demasiado de repente. Un amigo al que esta vez sí he conocido personalmente y querido muchísimo, una persona de verdad extraordinaria que ha dedicado su vida hasta el último minuto a ayudar a literalmente cientos de personas, yo incluido, a tener una vida mejor y ser más felices. No tengo ningún enlace de Internet para poner aquí, pues no era hombre que se difundiera en lo remoto sino cara a cara, ser contra ser. Pero quede aquí al menos un rinconcito de recuerdo para la posteridad. Adiós José María.
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