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Las cifras del paro

El gobierno presume de que se está reduciendo el paro y creando empleo, y lanza las campanas al vuelo. ¿Hay motivos reales para ello? Veamos. Los números son delicados y se les puede hacer decir muchas cosas.

1) El número de personas con trabajo está remontando claramente y está ahora a niveles de 2009.

2) Pero el número de horas totales trabajadas es bastante menor.

¿Cómo se entiende esto? Por el gran aumento de empleos a tiempo parcial o intermitentes. Si donde antes había una persona trabajando 40 horas a la semana, hoy hay dos con jornada de 20 horas, o con un contrato de 3 meses y otros 3 meses en el paro, se puede decir que ahora hay dos personas con trabajo, pero la cantidad de trabajo es la misma (al igual que el sueldo total, del que cada uno de esos trabajadores recibe sólo la mitad). Es decir, lo que se está haciendo no es crear empleo, sino sólo repartir la pobreza.

3) Aún así, se perciben tendencias positivas de crecimiento del PIB y algunos indicadores macroeconómicos.

4) Pero los salarios y condiciones laborales son mucho peores que antes de la crisis, y están bajando en picado.

¿Esto por qué es? No es una contradicción, al contrario, es la causa. La bajada de salarios y derechos hace disminuir el "coste" laboral y por tanto mejorar la "competitividad" de las empresas. Es decir, la senda de "recuperación" en España consiste en ofrecer mano de obra barata y servicios poco cualificados, sobre todo de cara al exterior (porque en el interior baja la demanda al estar la gente más precaria). En otras palabras, el modelo tercermundista. Tanto hablar de Venezuela y resulta que son los gobiernos del PPSOE los que nos están llevando a ser cada vez menos Europa y más Latinoamérica (siguiendo la vía que ya recorrieron allí en los 80).

Todo esto sin hablar de la corrupción, los rescates de los bancos y empresas privadas, y sobre todo de que incluso esta recuperación tercermundista se apoya en la enorme deuda que tenemos con el exterior y en particular el BCE, que nos hace extremadamente vulnerables y se puede derrumbar todo de nuevo al próximo estornudo de la economía mundial.

Ni menos aún de la pérdida de empleos que se espera debida a la robotización de la producción, ante la cual no estamos preparados, no se está haciendo el menor esfuerzo por reconvertir a nuestros parados para que puedan conseguir algunos de los nuevos tipos de trabajo mucho más tecnologizados.

Y ya ni comentar la crisis ecológica y energética, que es la que realmente está bloqueando el crecimiento económico, que nunca volverá a ser como el del siglo XX salvo que vuelva a haber una guerra mundial o catástrofe similar.


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